En una pequeña ciudad japonesa llamada Ōdate, el profesor Hidesaburō Ueno de 53 años encuentra un cachorrito olvidado en una estación de tren, lo recoge y lo lleva consigo para entregarlo al cuidado de animales, pero su hija lo convence de quedárselo.
Esta situación dio origen a una historia de amor y fidelidad que duró muchos años.
El cachorrito de la raza Akita Inu, fue nombrado Hachi porque el profesor, al ver que tenías las patas delanteras ligeramente desviadas, lo asocio con el carácter japonés (八) que representa el número ocho.
Cuando la hija se casó y se mudó a su nueva casa, el profesor pensó en regalar a Hachi, pero se había encariñado con el perro, que lo adoraba.
El perro acompañaba al profesor todos los días a despedirlo hasta la estación del tren que el utilizaba para ir al trabajo y luego en las tardes regresaba para recibirlo a su llegada. Esta situación duró sin interrupción hasta el 21 de mayo de 1925, cuando el profesor Ueno murió a causa de una hemorragia cerebral sufrida mientras daba su clase en la Universidad de Tokio.
Como siempre, esa tarde Hachiko, (El Señor 8, traducido al japonés), se dirigió a esperar a su amo, quien ya no llegó.
El fiel amigo se quedó en la estación, y allí y en sus alrededores permaneció durante casi diez años, regresando todas las tardes a la llegada del tren.
Las personas que trabajaban o acudían frecuentemente a la estación y conocían la fidelidad de Hachiko, lo cuidaron y alimentaron durante ese tiempo.
En homenaje a la fidelidad y constancia de Hachiko se erigió una estatua en su honor en abril de 1934.
Hachiko fue hallado muerto el ocho de marzo de 1935 frente a la estación de tren donde había esperado a su amo durante de nueve años y diez meses.
La historia de Hachiko ha sido escrita en muchas ocasiones y también llevada al cine en dos versiones.Japonesa Hachikō Monogatari en 1987 y estadounidense Hachi: A Dog's Tale (Siempre a tu lado, Hachiko) en 2009.
Como la historia de Hachiko, existen a través del tiempo, multitud de historias, unas más conocidas que otras. Y es que las mascotas hacen de nuestra vida una vida mejor.
Si tienes alguna historia o anécdota con tus mascotas, cuéntala en los comentarios.
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